Iker Casillas, actual portero del Porto e ídolo del Real Madrid, recordó con nostalgia su primera convocatoria con el equipo merengue. Recibió la llamada más importante de su vida a los 16 años de edad, afirma el gallego.
Fue a los 16 años de edad que Iker Casillas recibió su primer convocatoria con el Real Madrid. Hoy lo recuerda con nostalgia como si hubiera sido ayer y afirma que estaba en el colegio cuando recibió la llamada más importante de su vida.
Ese día el joven Iker Casillas se encontraba en el instituto y fue el mismo decano de la escuela quien le informó la buena nueva. “En ese momento, el director del instituto entró en el aula. Todos sabían que jugaba en las categorías inferiores del Real Madrid. Solía hablarme sobre el Real Madrid, como lo hacía con mis amigos. Me dijo: ‘Iker, ¿te importaría salir un segundo?’ Cuando salí, me dijo: ‘Será mejor que te subas a un taxi y te des prisa para llegar a Barajas porque el Real Madrid acaba de llamar a tu madre y ella nos ha llamado. Tienes que darte prisa porque tienes que ir a Noruega”, contó Casillas de ahora 37 años de edad y actual portero del Porto de Portugal.
Iker Casillas Fernández recuerda ese día como si hubiera sido ayer. Fue su primera convocatoria con el primer equipo del Real Madrid.
“Es una buena anécdota porque fue en 1997 y estaba en clase de diseño. Estábamos hablando sobre el Real Madrid, sobre cómo se encontraba en ese momento. Fue a finales de noviembre, creo, y el Real Madrid estaba luchando en la Liga. Creo que fue tercero o cuarto y obtuvo malos resultados, pero las cosas iban bien en la Champions League. Tenía un partido importante contra el Rosenborg en Noruega”, recordó el arquero ibérico nacido en Móstoles, España.
Con gusto y con una sonrisa en la cara, Casillas cuenta una de las anécdotas más significativas de su vida. El meta recuerda que no podía creer que iba a pasar de estar sentado junto a su compañero de clase a compartir vuelo con las estrellas del equipo más famoso del mundo.
“Sentí como ganar la lotería. Recuerdo ese momento muy bien. Tenía 16 años. Salí del instituto, fui a casa, me cambié de ropa, me subí a un taxi rumbo a Barajas y conocí a todas las estrellas, todo lo que crees imposible cuando eres un niño. Pasé de estar en clase con mi compañero Julio a sentarme en la misma mesa que Fernando Morientes, Clarence Seedorf, Fernando Sanz, Predrag Mijatovic, Davor Suker y Raúl González. Era algo mágico y siempre lo recordaré”, confesó el campeón del mundo en 2010.
TEXTO: RODRIGO GONZÁLEZ